Sin embargo yo, con astigmatismo e hipermetropía, lo que veo entre estas dos cosas es una oportunidad, o más bien una serie de oportunidades que pueden ir desde la más clara -en mi opinión-, que es la de reducir el miedo escénico o a actuar en público, ya que a la mayoría de la gente es algo nos afecta en mayor o menor parte (y si queremos vivir en un futuro de esta nuestra carrera deberíamos deshacernos de ello, o por lo menos aprender a manejarlo). Otra ventaja que podríamos sacar de esta relación sería la de aprender a presentar proyectos de manera original, que tampoco nos vendría mal en un futuro. Aunque bueno, este es mi punto de vista (un tanto defectuosa como ya dije) y puede que haya gente que no le guste presentar de esta guisa:
Pero antes de empezar a hablar del musical, rebobinemos y hagamos un breve repaso de cómo hemos llegado a este punto. Al comenzar la asignatura las primeras actividades que se nos plantearon consistían en realizar pequeñas actuaciones con canciones conocidas por todos adaptando la melodía a letras compuestas por nosotros con temas como el diseño o los invitados a las jornadas de MOTIVA (las fotos de arriba son de algunos de esos días). Aquí os dejo un vídeo corto en el que muestro nuestra gran aptitud escénica (nótese la ironía y compadeceos, que era nuestra primera vez):
Después de esta serie de actuaciones, se nos encargó hacer un libro acordeón que mostrara el trabajo de una artista en su interior para después presentarlo con una representación, esta vez no musical, sino algo más teatral. Por último se nos planteó la idea de representar un musical, sería algo como lo que hicimos al principio pero un poquito más a lo grande... y aquí es donde comienza lo que se podría llamar la aventura, así que preparaos porque os vamos a dejar atónitos con nuestras habilidades sobre el escenario.
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